Como cualquier órgano del cuerpo, el cerebro puede ser afectado por una gran variedad de  tumores; cada tipo de tumor es una enfermedad diferente con características propias que hace que los  síntomas varíen de paciente a paciente al igual que su forma de tratamiento y pronóstico. 

En los adultos, los tumores  más frecuentes son las metástasis (tumores originados en otros órganos del cuerpo que viajan vía sanguínea  y se siembran en el cerebro) que implican cáncer descontrolado y se denominan tumores secundarios.   

Los tumores originados en el sistema nervioso se denominan tumores primarios siendo el más frecuente, en los adultos,  un tumor  maligno (cáncer) llamado glioblastoma multiforme. El segundo tumor en frecuencia en los adultos es el meningioma que se origina en las meninges  que envuelven al cerebro por lo tanto no lo invaden sino que lo desplazan y como es benigno el resultado del tratamiento suele ser muy bueno.

En los niños los tumores más frecuentes son primarios y  están ubicados en la parte posterior del encéfalo, denominado cerebelo y pueden ser benignos como el astrocitoma quístico cerebeloso o malignos como los meduloblastomas.

Las manifestaciones clínicas dependen básicamente de dos factores: si el tumor es maligno o benigno o del sitio de localización en el cerebro.

Los síntomas en los tumores malignos como las metástasis y el glioblastoma multiforme suelen ser de instauración y curso  rápido, pues tienen crecimiento acelerado contrastando con el curso lento de los tumores benignos que puede que crezcan unos pocos milímetros por año. 

Los tumores malignos primarios o secundarios se suelen manifestar por dolor de cabeza que aumenta en intensidad y en frecuencia en pocos días o semanas hasta hacerse severo y permanente. Si el tumor es benigno puede que no se acompañe de dolor de cabeza o ésta sea leve. 

El sito de localización del tumor es transcendental en los síntomas pues cada sitio del cerebro tiene una función específica que puede verse afectada por el tumor. Así, a manera de ejemplo, los tumores de los niños, como con frecuencia están ubicados en el cerebelo, que es la parte del encéfalo encargada del equilibrio, pueden producir alteración de la marcha la cual se hace cada vez más difícil pues hay tendencia a caer hacia uno u otro lado. Además, como el cerebelo está muy cerca de una cavidad llena de líquido llamada el cuarto ventrículo, el tumor puede hacer que el líquido no  circule y se acumule (hidrocefalia) produciendo gran presión al cerebelo lo que se acompaña de dolor de cabeza severo y permanente. 

Si el tumor invade o comprime el área del cerebro encargada del lenguaje éste se verá afectado, si se ubica en  la zona del cerebro que se encarga de la actividad motora se disminuirá la fuerza del lado del cuerpo contrario al lado donde se encuentra el tumor. Si los afectados son los lóbulos frontales o temporales el paciente puede tener alteración progresiva de la memoria, la atención, tiene cambios de comportamiento y de su capacidad intelectual. 

Todo tumor cerebral tiene la potencialidad de producir convulsiones  y si  la masa es grande puede aumentar la presión dentro de la cavidad del cráneo lo que produce dolor de cabeza, vómito y depresión de conciencia hasta la muerte si no se realiza un tratamiento oportuno.

El diagnóstico de la inmensa mayoría de los tumores se hace al interrogar y examinar al paciente, después se realizan imágenes del cerebro con tomografía axial computada (TAC) y resonancia magnética.

Tratamientos

El tratamiento es multidisciplinario en donde intervienen neurólogos, neurocirujanos, patólogos, oncólogos, radioterapeutas y rehabilitadores. La mayoría de los pacientes con tumores cerebrales requieren cirugía con lo que se realiza el diagnóstico preciso del tipo de tumor y, en caso de tumores benignos, si la lesión se retira en su totalidad lograr curación de la enfermedad. Si el tumor es maligno la cirugía contribuye al tratamiento que, generalmente, requiere de otras modalidades de tratamiento complementarias con quimioterapia y/o radioterapia.

Resonancia cerebral en donde se observa, arriba  izquierda y derecha tumor en área fronto temporo parietal izquierda. Abajo, izquierda y derecha, control de resonancia cerebral después de cirugía en donde se observa extracción total del tumor. La patología confirmó glioblastoma multiforme lo que hizo necesario tratamiento complementario con quioterapia y radioterapia .