La arterioesclerosis es una enfermedad que puede alterar la pared de cualquier arteria del organismo pero con mayor frecuencia las arterias del corazón (arterias coronarias) y las arterias carótidas internas en el cuello. La arterioesclerosis puede progresar, ocluyendo lentamente, a lo largo de los años, la luz de la arteria produciendo lentificación del flujo sanguíneo que predispone a la formación súbita de coágulos que obstruyen la arteria. Por esta razón el infarto cardiaco y cerebral es tan frecuente.

El tratamiento inicial de la arterioesclerosis consiste en controlar con medicamentos los factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia y un cambio radical en el estilo de vida  con dieta, ejercicio físico, suspensión del alcohol y tabaco, y logro de un peso corporal adecuado.

Los pacientes con disminución leve o moderada del calibre de las arterias carótidas pueden permanecer sin  síntomas pero si la obstrucción empeora haciéndose grande o severa pueden iniciar con síntomas transitorios de déficit neurológico (ataque isquémico transitorio) como alteración de la visión, de la capacidad para hablar o disminución de la fuerza de uno de los hemicuerpos, durante pocos minutos o pocas horas de duración. Estos síntomas transitorios anuncian que el paciente está en riesgo alto de sufrir, en un futuro cercano,  un accidente cerebro vascular isquémico agudo que le produzca déficit neurológico severo y definitivo. 

En ocasiones el ataque isquémico transitorio no se produce y de una vez se establece un accidente cerebro vascular, por esta razón todo paciente con  factores de riesgo para enfermedad  cerebro vascular  como hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia, obesidad, sedentarismo y tabaquismo debe ser estudiado con doppler carotídeo que es un examen no invasivo, rápido y de bajo costo. Si se comprueba disminución del calibre de la arteria se debe complementar con angiotac o angioresonancia de arterias del cuello para definir si se requiere tratamiento invasivo  para tratarla.

Tratamientos

Hay dos maneras de tratar la enfermedad carotídea arterioesclerótica: por medio de una cirugía llamada endarterectomía carotídea que consiste en incidir la arteria para sacar de su interior la placa de arterioesclerosis y así reestablecer su calibre normal; el otro método es por vía endovascular dilatando con un balón el segmento de la arteria estrecha e implantando un dispositivo llamado stent carotídeo que se encargará de mantener la arteria con un calibre adecuado.

Angiografía de arteria carótida en el cuello donde se observa, a la izquierda, gran disminución del  calibre de la arteria carótida interna debido a una placa de arteriesclerosis. A la derecha, recuperación del calibre normal de la arteria después de dilatación con balón e implante de stent carotídeo.